RUTA DE LOS CASTILLOS DE AYORA… #Test1-QH

Creo que todos los años, un mes antes de la Quebrantahuesos (QH), he hecho alguna marcha de unas 6-7h para ir “acostumbrando” al cuerpo para la cita pirenaica. La cicloturista por excelencia.

Este año, al hacer un poco de hincapié en el agua y bici de cara a los MD, voy a probar a meter un poco más de km a un mes de la prueba europea. Aunque el volumen en bici, como siempre, es menor de lo esperado, esperemos que la experiencia haga su trabajo… Más sabe el diablo…

Junto a algunos amiguetes Acorrecuitas nos apuntamos a esta Cicloturista de Ayora que, con 160 km y 4 puertos, no tan duros ni largos como los de la QH, aunque sí con rampas que pasan del 10 y 15% sirven para ir dando toques de calidad a las piernas a un mes y medio de la cita aragonesa.

Comentaba unos días antes, que estos años atrás, quizás por mi pasado “ciclista”, intentando vivir de las rentas, siempre había “explosión y no campanada” en este tipo de Marchas/Entrenos (4x “QH”, 2x “7 picos” y 1x “Superespadán”). Empezaba “calentándome”, yendo hacia delante, pero “el tío del mazo” aparecía a los 100km, haciendo el resto, por la falta de fondo, “como podía”…

En Ayora, sabiendo lo hecho y “sentando la cabeza”, quería salir delante y regularme en llano y subidas, haciendo una prueba de ritmos en subida para la QH, pero…

Los Acorrecuitas nos habíamos dividido para ir, unos la noche previa, otros la misma mañana. La bici por un lado, unos cogiendo dorsales,… Resultado: caos para llegar a tiempo a la salida.

Yo me vi en una calle del pueblo a la hora de la salida en chándal, esperando mi mochila (bidones, barritas, casco, gafas, zapatillas,..) preparando la bici y en ese momento pasa el pelotón (1500 aprox.) delante de mí, que ya lleva casi 1 km recorrido. 

A los compañeros, que también iban tarde les digo que se vayan, que pasen por el chip e intenten enlazar con el pelotón antes de que se vayan más. Yo saldré a tope. No me hacen caso y me esperan. Gracias!

Al pasar por el arco de salida, el speaker dice que somos los últimos (hace 5´ que se dio la salida oficial).

https://www.facebook.com/photo.php?v=485362798258805

Pensamos que Jose y Paquito se han quedado atrás y hacemos los primeros 2km decidiendo si ir hacia delante o seguir esperándolos. Nadie sabe donde están. La ambulancia y coche escoba van justo detrás de nosotros. Tras llamar a Big, medio dormida, contarle brevemente la odisea (con el manos libres) a 20km/h entre “iaios”, le digo al grupete que tenemos que ir hacia delante, que se están yendo y nos quedaremos solos para tirar los 160km.

Ellos van de morado y oro (Acorrecuitas oficial). Yo voy con la equipación sevillana de Las Navas… Damos 2-3 relevos pero nos descoordinamos y nos perdemos. Me quedo solo. Ellos también. Ya no nos veriamos hasta la meta…

Decido “ir a mi ritmo”… He perdido el tren de cabeza. Estaré a 10´-15´ de los primeros. Se acabó el test de subidas. Tocaba improvisar un test de 150km (vendrá bien para futuros Ironmans… jajajaj) con 4 puertos a ritmo… A ver cómo salía…

Empiezo a rodar. Se me van acoplando algunos a rueda. Algún “master” me da un relevo. Enseguida le doy yo otro. Se van quedando. Así, hasta el km 30 que engancho a un grupete que tiran dos clubes y van a 40km/h y decido esperar al primer puerto. Yendo solo no iba a ir mucho más rápido. No merecía la pena tirar yo solo. Pasé algún relevo “por educación” y porque no entiendo eso de ir a rueda sin hacer nada…

Llegamos al primer puerto y pongo mi marcheta. 150ppm y cadencia (le había montado el 39x26 para probarlo de cara al Marie Blanque). Hago algunas fotos, grabo un video de un grupo de Batukada que ameniza a mitad de subida. En esas oigo “sevillano, Raúl”…. Jajajajaj. Me giro y saludo. Con el sol de cara no veo quien es. Pero veo que aprieta. Es el cuñao de Rafa! Me paro y lo saludo. Hablamos un rato y nos hacemos una foto (para estupor y sorpresa de los demás “cicloturistas”). Nos despedimos, le digo que Rafa no está pero que le diré que lo he visto. Le mandé la foto y se alegró mucho.

Sigo subiendo a mi ritmo. Alguna vez voy cantando o silbando para “autoregularme”. Oigo más voces… Son “los cuñaos”. Miquel (mi “ángel de la guarda” en la pasada maratón de Valencia) y Santi. Miquel aprieta y lo mismo: charlamos y nos hacemos una foto. Nos deseamos buena ruta y cada uno sigue a lo suyo. Esto es lo bonito de las marchas. Cada uno va a su ritmo, disfrutando yendo más suave o buscando forzar.

Tras ese primer puerto y rampas del 15% llego al primer avituallamiento. Visita a “roca”, un bidón que repongo y como algo de plátano. Sigo.

En diversos grupos, o solo, voy tirando cuando veo que se para el ritmo. Me da igual quien se ponga a rueda, sea uno, dos o un grupo. Algunos pasan y dan un relevo. Gracias.

Llegamos al segundo puerto. Voy poniendo el 23 y alterno con el 26 para no forzar las piernas, pero el cambio (es lo que tiene cambiar ruedas y casete la tarde antes y no ajustarla…) empieza a dar problemas… Me cuesta que la cadena se quede en el último piñón y tengo que empujar y mantener pulsada hacia dentro la maneta del cambio trasero para que no se caiga al 23… la cadena “va traqueteando”, queriéndose cambiar… pero ahí voy yo, manteniendo el gesto de maneta hacia dentro para que no caiga del 26… ayyyyyyy.

En los siguientes km se nota que va subiendo el termómetro… la gente se pone a rueda más que antes… No les digo nada. La marcha empieza a castigar a los que salieron un poco rápidos…

Empiezo a subir el tercer puerto y en sus primeras rampas veo a un #moradoyoro… Jose? Sí. Como me había dicho Miquel, él y Paquito iban por delante. Hablo con Jose durante los 2-3 primeros km, le cuento la odisea de la salida y que ya tocaba ir a ritmo y salvar la marcha como un buen entreno. Le digo que subo a ritmo, que si nos vemos en el avituallamiento de arriba.

Llego, lleno otro bidón, otro medio plátano. Otra visita a roca y salgo. A los 500m veo a Paquito (le hago una foto para preguntarle por esos gemelos…). 

Me dice que había visto llegar a Jose al avituallamiento al salir (sería mientras vaciaba la “bladder”). Comentamos de ir a ritmo, que se ponga a rueda. Pero me dice que tire, que va tocadete. Salieron a tope los dos (y nosotros pensando que venían por detrás “de xarreta”…) y lo estaban empezando a pagar…

Puse mi marcheta y a seguir recogiendo “vagones”. Quedaba un tramo de falso llano y “el lejano oeste” (que lo llamé yo) antes del duro último puerto (aunque corto, menos mal). En esos km cogí un grupo del que un hombre mayor me dio un relevo y pasé yo otra vez a tirar de casi 40 cicloturistas… Se disculpó diciéndome que tenía “rampas”. Le dije que no pasaba nada. Que yo tiraba. No problema.

Un poco más adelante me dieron un relevo viendo que me estaba comiendo más de 10km tirando solo… A alguno le dio vergüenza ajena y me dijeron “tranquilo, aquí no te va a dar nadie relevos, no te canses”. Le agradecí el comentario y le dije: “si van mal, ya se quedarán. No pasa nada, yo voy bien”. Y le devolví el relevo. En el siguiente repecho, ninguno de los 40 seguía a mi rueda. Era verdad que no podían. 

Llegamos a un pueblo y al coger a un grupete, uno de un club de Almansa me comentó lo mismo. Que no tirase, que empezaba la parte dura. Unos km rompepiernas y después el puerto con los mayores porcentajes del día y la parte final hasta Ayora. Le di las gracias y entré en el “lejano oeste”. Parecían los desfiladeros de las películas donde los indios/vaqueros podían estar apostados arriba, mientras tú pasabas por ese pasaje “asfixiado” de calor, rodeado de montañas naranjas, que parecía hornos incandescentes (después, gracias Christian, me daría cuenta que en ese tramo estábamos a 40-42ºC…).

Seguía adelantando “cadáveres”. Llevábamos casi 130km. Pensaba que en algún momento empezarían a revolotear buitres. Cada vez pasaba a menos. Pero cada vez llevaban peor cara y pedaleo. Yo incluso, pensando que me acercaba al puerto y después sería bajada (iluso de mi, por no saberme el recorrido), me eché medio bidón de bebida energética (sabor frutas del bosque) que me quedaba por la nuca y espalda… Aligeré peso para la última subida. Valoré el tener la espalda pegajosa el rato que me quedase pedaleando. Pero es que empezaba a notar el “Lorenzo”… y los km “en solitario”…

Llegué al “infierno”, como ponía una pancarta anunciando las rampas al 16%. Yo a ritmito, sacando fotos y vídeos de la subida a 7km/h… jajajja. Intentando aguantar la cadena en el 26… Y viendo las caras asombradas de los que adelantaba hablando entre jadeos a los videos que iba grabando… Iba bien, la verdad. Pensaba que al coronar faltaba solo bajar…

Pues eso, que no, llego arriba y me tomo medio vaso de cola y me llenan el bidón. Le digo que no hasta arriba, pues “para lo que queda”… bebo un sorbo y el resto me lo echo por encima. Bajo a tope… creo que haré sobre las 5h15… Y entro a un pueblo. En él, un voluntario en un cruce que tenemos casi que parar de lo cerrada que es la curva, me dice “venga que solo quedan 6km”…. ¿Cómor? ¿Pero esto no es Ayora? “No, queda un poco aún”… Y yo que iba a más de 160ppm en la bajada… No sé si reventaré en esos km finales…

Para colmo, al salir del pueblo pica hacia arriba y con viento de cara… la gente va muy mal. Yo voy casi desfondado del tute que me había dado intentando hacer esas 5h escasas… Me senté, bajé un poco revoluciones y a ritmo para arriba. Sigo recogiendo y enganchando algún “vagón”… 

Y por fin, meta! 5h32 (5h27 reales, tras descontar los 5´ de retraso… esto de los chips es un acierto)

Me siento con dos vasos de agua y cola. Dejo aparcada la Scotty, que se ha portado como una campeona.

Poco a poco, van llegando Paquito, Jose, y así el resto. Todos diciendo que muy chula, pero dura a la vez. Que el calor ha hecho mella a partir de la mitad. ¿Y qué? Habíamos disfrutado como hacía tiempo! Todos estábamos en la comida post, contando batallitas y deseando que llegue la QH… La bici es muy dura, pero muy agradecida. 

En breve, comenzará el verano. Y que mejor inicio estival, que haciendo 200km en bici… Al fin y al cabo, ¿no decían que “las bicicletas son para el verano”?

;-)

Saludos

See you son